"Mi esposa y yo lloramos cuando supimos que Edward perdería la vista, pero estamos determinados a seguir cuidando de él", explicó Graham de 60 años. Edward y Opal, el nuevo integrante de la familia, se llevan muy bien y pasan juntos también sus ratos de merecido descanso.
Edward, de 8 años de edad, es un perro muy saludable fuera de su problema de visión y gracias a la ayuda de Opal sigue llevando una vida normal. El inusual trío recorre las escuelas recaudando fondos para la organización Guide Dogs.
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